La razón perversa: Lacan con Deleuze
Abstract
En el presente trabajo me propongo desplegar una clínica de las perversiones que encuentra su resorte y punto inaugural en el escrito de Jacques Lacan titulado “Kant con Sade” (1963). Escrito que –en palabras de Lacan- más que un tratado sobre el deseo es un tono de razón, donde se deja manifiesto de forma expresa que el perverso lejos de ser un libertario, se aferra a una Ley que reclama por el derecho al goce con el rigor del imperativo kantiano; y donde fuera de ser la víctima la que cae en calidad de objeto, es el perverso el que se coagula en la rigidez de un instrumento. Recorreremos las elaboraciones lacanianas sobre la perversión de los años ´60 que ganan una riqueza conceptual que es solidaria a la formalización del objeto a, al mismo tiempo que son parasitadas por la célebre “Presentación de Sacher Masoch” (1967) de Deleuze, donde el filósofo dinamita de forma implacable la entidad sadomasoquista de la nosografía psicoanalítica y psiquiátrica; y se esfuerza por asentar una lógica que es inmanente al sadismo y al masoquismo respectivamente, recusando cualquier tentativa de complementariedad y reversibilidad entre éstos, a fuerza de acentuar la disimetría que los separa.
El programa trazado por Deleuze es continuado con acierto por Lacan, principalmente a la altura de sus Seminarios XIV (1966-67) y XVI (1968-69) para demarcar una clínica de la perversión sin precedentes, que reformula las cuatro perversiones clásicas: masoquismo, sadismo, exhibicionismo y voyeurismo, y que en rigor de verdad podemos definir como una clínica de la pulsión escópica y de la pulsión invocante.