Apuntes sobre la música en un film: Historias Mínimas (2002) de Carlos Sorín
Resumen
El presente artículo da cuenta de una aproximación tanto de índole descriptiva como de naturaleza analítica en la configuración de la banda musical en un film argentino preciso: Historias Mínimas, dirigida por el cineasta Carlos Sorín, del año 2002. Para ello, hemos de hacer hincapié en los conceptos de música intradiegética (entendiéndosela como la música que efectivamente surge de la historia) y música extradiegética (es decir, aquella que es el producto de un trabajo del montaje), más allá de enfatizar su empleo en algunas pasajes particulares de la obra. En efecto, podría hipotetizarse que este la música (que forma parte de la banda del sonido junto con las voces de los personajes y el ruido) entra en plena comunión con la diégesis narrativa de Historias Mínimas. Esto es: hay una solidaridad entre el estilo despojado de la historia (habrá que entender, en principio, que este film que ya tiene casi dos décadas de estrenado ha constituido una representación paradigmática de lo que se ha conocido como Nuevo Cine Argentino) de los distintos personajes que atraviesan el relato y el procedimiento sonoro ligado a lo musical. En ese sentido, podría hablarse de una suerte de coherencia, o de redundancia, en la consideración de ambos planos.