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dc.contributor.authorMaffía, Diana
dc.date.accessioned2009-11-19T18:53:13Z
dc.date.available2009-11-19T18:53:13Z
dc.date.issued2009
dc.identifier.citationMaffía, D. (2009). Cuerpos, fronteras, muros y patrullas. Revista Científica de UCES, 13(2), 217-226.es
dc.identifier.issn1514-9358
dc.identifier.urihttps://dspace.uces.edu.ar/jspui/handle/123456789/735
dc.description.abstractEl concepto de “frontera” se identifica con algo físico que separa espacios geográficos. Pero más allá de la cartografía, hay una dimensión simbólica de la frontera: un límite que reordena dimensiones de la vida como el tiempo, el espacio, los comportamientos y los deseos. Se trata de una apertura al cambio en los sentidos atribuidos a lo propio y lo ajeno. El muro es una perversión de la frontera, que selecciona un aspecto de la complejidad de las identidades y lo erige en criterio de alteridad e incomunicación. En este sentido, los cuerpos y las palabras actúan como una frontera. Y como las fronteras geográficas, nuestros cuerpos y palabras pueden ser lugares de separación o lugares de encuentro, lugares amurallados donde lo diferente es una amenaza, o espacios de rico intercambio y negociación entre mundos. Utilizaremos esta metáfora para hablar de los encuentros y desencuentros de los cuerpos diversos y de los lenguajes que construyen mundos polisémicos. Y en todos los casos, el efecto virtuoso de la traducción que permite atravesar fronteras sin desconocerlas. En este breve artículo me propongo explorar una metáfora, la del cuerpo y la palabra como frontera, para encontrar una nueva mirada sobre las múltiples violencias que parten de marcar una identidad como territorio hegemónico de lo humano, y plantear la alteridad como ajena y extranjera en relación a ese territorio. En su presunta universalidad y abstracción, el sujeto de la política tiene sin embargo sexo, color, clase, etnia y edad; que solo se nombran cuando pertenecen a sujetos subalternos. En sí mismo un caso de violencia simbólica, esta transformación del diferente en “otro”, esta enajenación de lo humano, precede muchas otras formas de violencia. Puede llegar incluso a la demonización y deshumanización del disidente, como en la violencia aberrante de la tortura, y su mecanismo constituye la base ontológica de toda forma de discriminación.es
dc.format.mimetypeapplication/pdfes
dc.language.isoeses
dc.publisherUniversidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES)es
dc.rightsEsta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.5 Argentinaes
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/deed.es_ARes
dc.sourceRevista Científica de UCES, 13(2), 217-226 (2009)es
dc.subjectFilosofíaes
dc.subjectEnsayoses
dc.subjectCuerpo humanoes
dc.subjectEstudio de géneroes
dc.subjectGéneroes
dc.titleCuerpos, fronteras, muros y patrullases
dc.typeArticlees
Appears in Collections:Revista Científica de UCES. 2009, vol.13, n.2. Estudio de Género

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