Abstract
El día del docente reaviva en los educadores sus ideales, permite compartir la historia recorrida,
apreciar los logros y necesidades y percibir más claramente los desafíos que la profesión y la
actualidad nos demanda. Hay algunas facetas del ser docente de hoy que son fundamentales, pero
tienen raíces muy antiguas, con modalidades diversas en otras épocas y modelos educativos, pues
remiten al mismo ser del hombre y del educador de todos los tiempos.
Hoy, más que nunca, ser docente implica plantear un modelo de persona y de ideales hacia el que todo el conocimiento debe orientarse, ser profesional del aprendizaje, tener una relación de artesano maestro-alumno, vivir en coherencia ética con lo que se enseña e investiga y generar mejoras en dicho proceso en comunidades de prácticas.