Abstract
Más allá de que se trata de una carencia inexplicable en el siglo XXI, como lo es que en un país que ostenta los mayores excedentes exportables de alimentos del mundo persistan familias indigentes, es que el mayor déficit de refrigeradores se registra en los hogares de las provincias donde el rigor del clima los torna imprescindible para conservar los alimentos y medicamentos. A partir de datos definitivos del Censo de Población, Hogares y Viviendas 2010, IDELAS-UCES detectó que en el noroeste y nordeste –con excepción de Entre Ríos- la falta de ese electrodoméstico afecta en promedio a 1 de cada 7,4 grupos habitacionales, con un extremo de 1 cada menos de 5 en Formosa.