Abstract
Una primera lectura de las cuentas nacionales del 2012, sus relaciones y comparaciones con el año anterior, indica que pese a disminuir sensiblemente el ritmo de crecimiento de la economía se mantuvo elevado el rendimiento del factor trabajo y eso impulsó la tasa relativa de creación de empleos. Otra, más ajustada a la percepción de los centros académicos y consultoras privadas, revela el fenómeno inverso. La caída de la inversión bruta interna avala esta visión alternativa.