Abstract
En la primera mitad del nuevo gobierno se han registrado progresos relativos en el mercado de trabajo, principalmente porque dejó de caer el empleo neto total; las entradas volvieron a superar las salidas; se incrementó la oferta de personal y se redujo el desempleo. Pero gran parte del nuevo empleo, como parte de la nómina, fue migrando de trabajos por tiempo indeterminado, atado al ciclo de negocios, a contrataciones a plazo fijo, mientras que perdió relevancia el poco desarrollado segmento de personal de agencia.