Psiquiatría: un cuerpo sin alma, una clínica sin sujeto
Resumen
El presente trabajo se propone identificar y desplegar el concepto de naturaleza humana implicado en la práctica y en el discurso psiquiátrico. Nuestra hipótesis es que el sujeto, desde cierta corriente hegemónica de la Psiquiátrica contemporánea, es subsumido bajo la categoría de objeto, es decir, tomado sólo en su condición de cuerpo fisiológico.
Esta cosificación u objetivación, es considerada desde la doble perspectiva de la Psiquiatría como teoría y como práctica. Tal reducción de la condición humana echa sus raíces en la distinción cartesiana entre una sustancia pensante y una sustancia extensa pensada bajo el modelo del mecanicismo, que al pasar por el tamiz del positivismo, liquida el dualismo, y con ello la distinción e independencia entre sustancias, y la resuelve en una subordinación de la sustancia pensante a la sustancia extensa. En otras palabras, se reduce la conciencia al cuerpo considerado sólo en su dimensión anatomofisiológica. En esta reducción del alma al cuerpo la consolidación del modelo de ciencia de las Ciencias Naturales en el campo de la Medicina tiene un papel central. Pero, además de ser responsable de esta operación de cosificación, el discurso médico en el campo de la enfermedad mental tiene otra consecuencia esencial en la teoría y en la práctica psiquiátrica. En efecto, si la Medicina es una ciencia y por tanto, no trata sobre lo particular sino sólo sobre lo general, la Psiquiatría como capítulo de la Medicina, no puede más que atender a la enfermedad mental desde la perspectiva de lo que se repite en todos los casos. Este procedimiento que ha aportado a la Medicina grandes adelantos en lo que respecta a la etiología y al tratamiento de las enfermedades, parece, sin embargo, no sólo insuficiente en el caso de la enfermedad mental, sino pernicioso, al operar una desnaturalización de su condición. El gran supuesto del discurso médico-psiquiátrico en este punto reside en concebir a la enfermedad mental como una deficiencia al nivel del cuerpo anatómico. En la medida en que la constitución y funcionamiento del cuerpo bajo esta perspectiva, se mantienen relativamente constantes en todos los casos, su disfunción también debe mantenerse constante y, por tanto, puede ser objeto de indagación científica.
La disciplina Psiquiátrica, por otra parte, no es sólo una teoría sobre la enfermedad mental, sino que además constituye una práctica con un dispositivo clínico determinado sobre el que tendremos también que centrar nuestra atención. Es decir, nos ocuparemos de indagar cuáles son las consecuencias prácticas de la teoría, a fin de rastrear en este campo qué idea de hombre se sostiene.
Nuestro objetivo será mostrar cómo, aun partiendo de ese elemento mínimo de la condición humana de la que nos permite hablar la Psiquiatría (vale decir, el cuerpo fisiológico) podemos plantear una idea diferente de la condición humana, al negar la articulación entre cuerpo físico y enfermedad mental. Resulta claro que todo otro intento por argumentar en contra del discurso psiquiátrico que parte de supuestos diferentes (por ejemplo que considere la enfermedad mental como un trauma psíquico), estará procediendo de manera indebida y no podrá pasar por una argumentación adecuada.
La exposición se organizará en tres secciones: un primer momento expositivo, donde se situará históricamente a la disciplina con la intención de dar cuenta del concepto y la etiología de la enfermedad mental (punto 1). En un segundo momento, se procederá a un análisis de lo expuesto primero a fin de determinar la idea de hombre que allí está implicada (punto 2). Finalmente, discutiremos la idea de hombre en psiquiatría, tanto en su aspecto teórico como práctico, a partir de la obra de Maurice Merleau-Ponty (punto 3).
Con respecto a la selección bibliográfica, puesto que la Psiquiatría tiene una larga historia y no es este un trabajo de análisis histórico, hemos elegido como material de consulta manuales de Psiquiatría universalmente reconocidos y que se utilizan en la actualidad tanto para el diagnóstico (tal es el caso del primero que mencionamos) como material de consulta: en primer lugar el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales IV (de aquí en más DSM-IV, por sus siglas en inglés) de la American Psychiatric Association y el Tratado de Psiquiatría de Henri Ey, P. Bernard y Ch.Brisset. Con respecto a los autores filosóficos, tomaremos al Tratado del hombre de René Descartes y la Fenomenología de la percepción de Maurice Merleau-Ponty. Junto a estos textos principales, recurrimos a otras obras citadas en la Bibliografía. This paper aims to identify and deploy the concept of human nature involved in the practice and the discourse of psychiatry. Our hypothesis is that the subject, since some hegemonic current of contemporary psychiatric, is subsumed under the category of object, i.e., is taken only in its condition of a physiological body.
This objectification is considered from the dual perspective of psychiatry as theory and practice. Such a reduction of the human condition is rooted in the Cartesian distinction between a thinking substance and an extended substance designed on the model of the mechanism, which passed through the sieve of positivism, destroys dualism, and thus the distinction between substance and independence, therefore subordinating thinking substance to extended substance. In other words, consciousness is reduced to the body considered only in terms of its anatomophysiological dimension. In this reduction of the soul to the body the strengthening of the naturalist model of science belonging to the field of medicine plays a central role. But as well as being responsible for the operation of reification, medical discourse in the field of mental illness entails another essential consequence in the theory and practice psychiatry. Indeed, if medicine is a science and therefore does not deal with the particular but usually only with the general, psychiatry as a chapter of medicine can only deal with mental illness from the perspective of what is repeated in all cases. This procedure which has contributed to significant advances in medicine regarding the etiology and treatment of diseases seems, however, not only insufficient in case of mental illness, but also harmful, since it performs a denaturation of its condition. The big assumption of the medical-psychiatric discourse at this point lies in conceiving mental illness as a deficiency of the anatomical body. Insofar as the constitution and functioning of the body in this light remain relatively constant in all cases, the dysfunction must also held constant and therefore can be subject to scientific inquiry.
Psychiatric discipline, moreover, is not just a theory about mental illness, but also constitutes a practice with a particular clinical device on which we must also focus our attention. We will therefore look into the practical consequences of the theory in order to trace the idea of man operating in this field.
Our goal is to show how, even starting from the minimum element of the human condition about which psychiatry allows us to talk (i.e., the physiological body), we can pose a different idea of the human condition, denying the link between the physical body and mental illness. It is clear that any further attempt to argue against the psychiatric discourse which starts from different assumptions (e.g. which considers mental illness as a psychic trauma) is proceeding improperly and cannot sustain a proper argument.
The exposition is organized in three sections: a first expositive moment, where the discipline will be historically placed in order to give account of the concept and etiology of mental illness (point 1). In the second moment, an analysis of the above to determine the idea of man involved will be carried out (point 2). Finally, we will discuss the idea of man in psychiatry, both in its theoretical and practical aspects, from the work of Maurice Merleau-Ponty (point 3).
With regard to the bibliographical selection, since psychiatry has a long history and this is not a work of historical analysis, we chose universally recognized handbooks of psychiatry used today for diagnosing (that is the case mentioned of the first mentioned) as reference material: first, the Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders IV (from here on DSM-IV) of the American Psychiatric Association and the Treatise on Psychiatry written by Henri Ey, P. Bernard and Ch. Brisset. Regarding the philosophical authors, we will use René Descartes’ Treatise on the Human Being and Maurice Merleau-Ponty’s Phenomenology of Perception. Alongside these major texts, we will use other works cited in the bibliography.